Ingresó a la universidad en
Mérida, donde realizó la Licenciatura en Comunicación. Terminando sus estudios
y gracias a sus gustos por la escritura, trabajó por un año como reportero para
un periódico local. Al finalizar este periodo renunciaría a todo para irse como
misionero a Saltillo, Monterrey y Guadalajara. También descubrió el gusto por
la escalada deportiva y la escritura de un blog personal, actividades que le
llevaría a desahogarse.
Por todo ello y por
situaciones ajenas, como lo son su personalidad, su temperamento, etcétera,
desarrollaría una mente poco común para la sociedad latina de occidente, con
gustos por las artes en todas sus expresiones y con una notable sensibilidad
por las relaciones humanas y sus innegables consecuencias en la moral en turno,
la cultura y el pensamiento de la sociedad en cuanto a sus anhelos y valores.
Estudió una maestría en el
extranjero, en Canadá. Al momento de aterrizar en la ciudad de Toronto recuerda
que se juró ser feliz.
El poeta se considera un
amoroso renegado, e interpreta su seudónimo desde dos aristas:
“Amoroso por la manera
en que el gran poeta chiapaneco Jaime Sabines describiría a esos personajes que
siempre están enamorados de la vida.
Y Renegado porque
siendo gay se rehúsa a dejarse llevar por las masas. En su andar anhela
encontrarse con otros amorosos renegados para hacer equipo y quitar un poco el
ruido de las modas, para no dejarse llevar por el mood de nuestros tiempos.
El escritor se sigue haciendo
grandes preguntas: ¿Quiénes somos?, ¿para qué hemos venido a este mundo?, ¿qué
es el bien y el mal?, ¿cuál es su misión en la vida?, ¿hacia dónde vamos? No
espera tener algún día las respuestas, pero sí un mejor criterio para dibujar
su propia ideología con base en lo vivido, lo sufrido, lo negado y lo
permitido.
Nos comparte en este espacio su libro AMOR (DE HOMBRE A
HOMBRE) y acompaña con algunos poemas:
Sonrisa
Aquí en México,
allá en China,
acullá en Tombuctú...
el idioma de la sonrisa es inigualable.
Si alguien la está pasando bien,
se nota.
Si alguien está disfrutando,
se nota.
Si alguien está gozando del momento,
se nota.
Y yo contigo sonrío mucho.
Y tú conmigo también.
Detonadores
Ya no estás conmigo.
Ya no está tu cuerpo junto al mío.
Ni tu piel,
ni tu aliento,
ni tu voz.
ni tus besos.
Sin embargo, está el regalito que me diste,
las fotos que nos tomamos,
las cosas que compartimos.
Puras cosas.
Materia inerte que de repente cobra vida
y me habla de ti
y me hace pensar nuevamente
en tu piel,
en tu aliento,
en tu voz,
en tus besos.
Y vuelves por un instante,
maldita sea.
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