domingo, 28 de junio de 2020

Julio Solís

 

Julio Solís escritor

Julio Solís (1989), estudió Lengua y Literatura Hispanoamericanas en la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiapas. Ha sido maestro de literatura en algunas instituciones educativas, ha impartido diversos talleres de fomento a la lectura y creación literaria, y desde el 2016 es coordinador del Taller de Poesía de Óscar Oliva. Tiene publicados los libros: Gritos del sueño inesperadamente lluvioso (2012); Tulipanes acústicos para fumar la madrugada (2013); Un ángel amansando sus teléfonos. Poemas Alquimistas de Armando Duvalier. Edición Crítica, en coautoría con Mario Nandayapa (2014); Astilo. Antología Poética, en coautoría con Óscar Oliva (2017); Tribulaciones por un joven dinosauro. Antología de poemas alquimistas de Armando Duvalier (2017), Ropavejero (2018), poemario que obtuvo el premio de los Juegos Florales de San Marcos Tuxtla en 2018 y La crónica en Chiapas, una perspectiva del siglo XX (2018).

 

Selección poética[1]

 

Muchacha aritmética:

Te he buscado en la exitación de los parques y en la

                                                                      [sonrisa de la víbora,

en la mirada del perro barroco;

mas ¿acaso te ocultas en el romance del hilo homicida?

 

Es cierto, en el sexo de dulces mujeres persigo la

                                                         [alteración y el desorden.

 

¿Podría, acaso, amartillar toneladas de estrellas

                                                          [sin quebrar el violin?

 

 

***

 

 

Cuando la huella del perro asesinó  la melodía,

burlado, me arrojé a los peñascos de la incertidumbre.

 

 

***

 

Mariposas enfermas pensaban en la ternura,

hasta que aprendiste a cantar.

 

Rotas las ramas no alcanzan la profundidad del siglo.

¿Qué mineral aminoró la madrugada?

 

Y la aflicción como una sombra,

¿cuándo se metió debajo de mi camisa?

 

 

***

Las pupilas del tiempo, blanquísimas como serafines

                                                                        [vislumbran mañanas turbias,

hundidas en las fronteras y salvadas por un júbilo taurino

                                                                      [como un nuevo batirse con el sol.

Y entonces, la posibilidad de que la mar ahogada de muertos

inunde las arenas de esta desolada ciudad,

será una fumarola que pronto se apaga.



[1] Esta selección fue tomada de Ropavejero (2018).

Fuente: Julio Solís, 2020.


jueves, 25 de junio de 2020

Jorge Éver González Domínguez

Jorge Éver González Domínguez, escritor

Jorge Éver González Domínguez.

Vill aflores, Chiapas.

 

Profesor de educación primaria,licenciado en educación secundaria y maestro en educación. Tiene diplomado en desarrollo y evaluación de procesos de formación continua, Asesoría académica en la escuela, Educación inclusiva, Reforma integral de la educación básica, y Habilidades digitales.

 

Ha Participado en las revistas:de Aquí a la Luna, Era, Mimeógraf o, Duvalier, Odres Nuevo. Ha colaborado en radio UNICACH, en la 102.5 de F.M. Columnista en la sección de cultur a del periódico Diario de Chiapas. Miembro activo de la Institución Cultural Internacional América Madre filial, Tuxtla Gutiérrez. Integrante de la Asociación de Escritores y Poetas Chiapanecos A .C. Integrante del consejo de la crónica municipal de Chiapa de Corzo. Delegado de la AEPCH (Asociación de Escritores y poetas Chiapanecos A .C.) en Chiapa de Corzo.

 

Antologado en los libros:Chiapas con sentido; Palabras que enamoran;Octavio Paz, una vida con vida; Niños y poetas del mundo unidos en navidad;

Letras par a Chiapas;Al otro lado del sendero; Universo poético de Chiapas, itinerario del siglo XX; Regalo de  navidad;Cien  palabras, textilesdel alma; Ocuilapa Barro y  Madera;

Dibujando las estrellas  entre  otros.

 

Compilador del libro Chiapa es su nombre, editado por CONECULTA en 20 18.

 

Autor de los poemarios:

 

A grito abierto. (2015)

Embrujo  de café (2015)

El oficio del silencio ( 2018)


Fuente: Jorge Ever González Dominguez, 2020.

Máximo Cerdio

Máximo Cerdio, Escritor

Máximo Cerdio nació en septiembre de 1964, en Huixtla, Chiapas, México.

Obra poética en libros: Susana San Juan (La Nave de Papel, Bacalar Quintana Roo –México–, 1996), La última sombra (Antinomia, México, 1996), Versión de la memoria anticipada (Antinomia, México, 1997), Las llamadas de Onán (Editorial La Otra Selva, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1998), Rodrigo González, sus letras y otros rollos (El Angelito Editor, México, 1999), Susana San Juan (Universidad Autónoma del Estado de México–Editorial La Tinta del Alcatraz, México, 2001), Ascensos en caída (Fondo Editorial del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, México, 2002); Caldo de verga para el alma (Volumen 28 de Destos deme dos. Editor, Productos y Consumibles Planeador, México, 2012); Lugar de Hechos, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Espantapájaros Editorial, 2014; Mar íntimo (Editorial Lengua de diablo, Cuernavaca, Morelos, 2017); Crónicas surianas, Mochicuani, México 2020).

Como fotógrafo, ha participado en exposiciones colectivas en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, en Puebla, Puebla, en Houston, Texas y en Chicago Illinois, Estados Unidos.

Reconocimientos: Primer lugar en el “Concurso Nacional de Poesía Álica de Nayarit A. C. 1993”; Premio al Mérito Periodístico 2014, en la categoría de crónica en publicación digital; Premio al Mérito Periodístico 2015, en la categoría reportaje en publicación impresa; Segundo lugar Premio al Mérito Periodístico 2019, en la categoría de crónica impresa.


Canción para Chalino Sánchez el Rey del corrido

 

No hay secretos

para los ojos de Dios ni para

la gente chismosa que está donde no la llaman.

Dicen, por ejemplo, que

cuando era niño mató al hombre que abusó de su hermana

y huyó al gabacho a esconderse y a trabajar.

Le gustaban mucho las pistolas.

A los 16 ya andaba una.

Su preferida era la 45:

“si no mata tumba”, decía.

En la cárcel y en la calle comenzó a componer corridos a personajes

que le pagaban con armas o con joyas, y algunas veces con dinero.

Otra vez la gente que siempre está

en los lugares donde ocurren cosas importantes

cuenta que en una ocasión llegó a un estudio (San Ángel, en California)

para grabar 15 corridos,

pero el vocalista no se había aprendido ninguno.

Chalino tuvo que cantarlos y en pocas horas grabó el primer álbum.

De allí en adelante, él mismo grabaría sus composiciones.

Formó su propia marca RRRecords y distribuía sus cassettes

en carnicerías y panaderías,

ninguna estación de radio quería tocarlas:

hablaba de historias reales, de contrabando, de asesinatos,

daba nombres reales, fechas precisas.

Después, firmó contrato con una compañía profesional de discos

y tuvo un grupo que lo acompañaría en las grabaciones

y en las tocadas.

El 29 de enero de 1992, después de una presentación en el Salón Los Arcos

De Cuachella, California, a las 23 horas, mientras cantaba

Eduardo Gallegos se le acercó y le pidió un corrido

Chalino dijo que se lo cantaría después de acabar la canción

pero el hombre replicó con dos disparos hacia el cantante y compositor,

que no lograron su objetivo.

El corridista saltó del escenario

y deshizo la boca al agresor

con la bala de su 9mm.

(Le gustaban mucho las pistolas.

A los 16 ya andaba con una,

relató su hermano Régulo.)

Desde ese día en que la Muerte le puso el primer mensaje,

también le llegó mucha fama.

La gente recuerda muy bien el viernes 15 de mayo de 1992.

Chalino Sánchez cantaba en el Salón Bugambilias, en Culiacán, Sinaloa.

(Su esposa asistió, porque nunca lo había oído cantar en vivo.)

Cuando interpretaba “Alma enamorada” recibió un mensaje mortal.

Un joven, en camiseta, se le acercó y le gritó su nombre de pila,

y Chalino no hizo caso,

a pesar de que su hermano Régulo le advirtió “Te están poniendo”.

Después de su actuación el cantante se marchó en su camioneta,

una Ford 92, color verde. Lo seguían varios autos.

 

Fue hallado a las siete de la mañana, del día siguiente,

tirado en el camino de terracería que bordea el canal de riego del poblado "La Presita",

siete kilómetros al norte de la ciudad.

Estaba vendado de los ojos,

tenía huellas de ataduras en las muñecas.

Rosalino Sánchez Félix murió

de dos tiros en la cabeza, a la edad de 32 años y tres meses

como el caudillo del sur Emiliano Zapata,

como Alejandro Magno, casi como Jesucristo y

Wolfgang Amadeus Mozart.

 

En El Panteón Los Vasitos,

en Culiacán, Sinaloa,

recibe muchas visitas de sus familiares,

de sus admiradores

que lo recuerdan

y cantan sus canciones, a su estilo.

Ahí lo puso la Muerte

que, como la gente chismosa,

está donde al hombre le pasa

la cosa más importante de su vida.

Allí descansan los restos de este muchacho que componía corridos,

que amaba las armas,

que le cantaba a las nieves de enero y lo mataron en mayo

cuando las flores sueltan sus aromas

como gritos de un recién nacido.



Fuente: Máximo Cerdio, 2020.

martes, 23 de junio de 2020

Lorena Esteban

Lorena Esteban, escritora.

Lorena Esteban, el amor de una poeta.

La poeta nace un 9 de octubre en Huehuetán, Chiapas, en el corazón de la costa chiapaneca, su padre Abraham Esteban Aguilar y su madre Carmen López Menéndez. Desde niña fue soñadora, quería ser psicóloga, maestra, actriz, cantante, escritora, siempre practicaba con sus muñecas.

De adolescente obtuvo una beca para estudiar en el CEA, en la ciudad de México, donde estuvo solo unos meses, de regreso a tierras chiapanecas empezó a actuar en grupos de teatro escolar, completaba sus ansias de artista escribiendo y leyendo poesía.

Estudió maquillaje en una academia en la ciudad de Tapachula y empezó a trasformar a jóvenes quinceañeras, novias y diversas personas, y verle la cara de felicidad al espejo era su recompensa.

Al llegar en el año 2000 a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, le cambió la vida, deslumbrada por las luces de la ciudad se inspira y estudia fotografía y diseño.

Miembro de la Asociación de Escritores y Poetas Chiapanecos A.C, y del  grupo cultural Escritores Tores y de la Institución Cultural Internacional América Madre filial Tuxtla Gutiérrez.”

Lorena Esteban tiene muy marcada su preferencia por la poesía románica, se declara enamorada de la vida, de la naturaleza. Admiradora de Frida Kahlo.

Así la poeta participa en diversos eventos culturales de la entidad y escribe cada tarde, cada momento que le llega a visitar la inspiración; soñadora, siempre sonriente se hace amiga de la vida y de los momentos felices, dando vida a su vida.


Juan Manuel Reyes Reyes

Juan Manuel Reyes Reyes escritor

Juan Manuel Reyes Reyes


Es maestro de educación primaria con funciones de supervisor escolar en el sistema estatal en Chiapas, México; así mismo se desempeña como asesor académico en los programas de Maestría en Educación con Especialización y Doctorado en Desarrollo Educativo en el Instituto de Estudio de Posgrado (IEP), sede Tapachula, Chiapas. Combina la actividad académica con el placer de la lectura y la narrativa literaria, especialmente poesía, cuentos y relatos breves publicados en revistas nacionales.

Ha publicado el relato de experiencia El sueño roto de Rosita Jiménez, en el libro Educación y perspectiva de género. Experiencias escolares, propuestas didácticas y proyectos escolares, Secretaría de Educación Pública, 2007. Poemas: Cómo decirte que no moriremos y Dices que la muerte es no existir, en la Revista de la Fundación Armando Dulavier, Año 1, No. 4, 15 de mayo de 2018. Poemas: Promesas incumplidas, Introspección, Lo que cuesta el silencio del pueblo y Palabras que no mueren, en Revista Sentido y Destino, Centro de Estudios para el Sentido, la Investigación y el Desarrollo Humano (CESIDEH), No. 2, segundo semestre, Puebla, Puebla, México, 2016. Poemas: De la Vida y de la Muerte, Revista de Psicología, Pedagogía y Psicoterapia, Instituto Universitario Carl Roger, Plantel Tabasco, Año 2, No. 2, Otoño 2019, Tabasco, México. Ensayo: La literatura como medio para fortalecer el quehacer docente, Revista Electrónica de Difusión y Divulgación Educativa del Instituto de Estudio de Posgrado, No. 2, especial, año 3, febrero de 2019, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Historias que suceden en la escuela (El peso de un dolor callado, Amargura por las tareas, Pasión por educar, La hora de la lluvia), Revista Electrónica de Difusión y Divulgación Educativa del Instituto de Estudio de Posgrado, No. 4, junio de 2019, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Relato literario: Reminiscencia de una anécdota: infancia y docencia, en la Revista Latinoamericana de Educación y Estudios Interculturales, Vol. 4 Número 1, enero –marzo 2020, CRESUR.


Los libros, mi memoria

Por: Juan Manuel Reyes

 

Los libros son mi memoria, sustancias que me constituyen, rastros de mis pasos sobre el camino sinuoso, ventanas del tiempo inagotable, luminosidad de un pensar que difumina las sombras de la ignorancia todavía persiguiéndome a todos lados como perro que juega a cruzarse divertido por entre las pocas certezas. Los libros me enseñaron en la segunda infancia, y para siempre, a beber de sus savias el sedimento de las palabras que significan al mundo, el elixir de las letras impregnadas en las hojas que me nombran y ensanchan la mirada; a saborear el néctar de las flores con sus decires para saciar el deseo temprano del saber.

Los libros son mi memoria, me han visto crecer, tentar el pasto húmedo del rocío que sube de los pies al alma; al principio ingenuo, sostenido por la vara con que padres y maestros, sin malicia, ajustaron el crecimiento a la atura de sus medidas, determinaron las vueltas a la manivela de mi aprendizaje y el mecanismo giró al sentido exacto de las manecillas del reloj; balbuceé, tímido, el idioma primario, orgánico, el verbo rudimentario que señaló al instante la tierra que sostiene mis vértebras —sitio seguro del reposo eterno— y crecieron en sus ramas las palabras, inclinadas en la línea de un pensar dominado; aprendí a citar los seres y las cosas inmediatas, al alcance de la mano, limpiando de polvo las formas, llenando el significante en sus moldes, avivando el horno donde se cocina el lenguaje.

Los libros son mi memoria, me vieron crecer, revolotearon excitantes sus majestuosas alas amarillas alrededor del pensar terriblemente limitado, se dejaron atrapar sin resistencia y alimentaron el espíritu cándido con decires nunca enunciados; fermentaron el sabor de las palabras, revolvieron el orden dispuesto en los esquemas rígidos de la memoria y dejaron abierto el flujo de ideas incontenibles que desbordaron poblando otros bosques, siguiendo cuesta arriba, recreando las formas de citar los seres y las cosas.

Los libros son mi memoria, huellas indelebles, cicatrices sensibles que obligan a pasar a contraluz el contenido de sus entrañas, arremeter la materia contra sí misma, a disponer el espíritu de confrontación; pero nada ha sido fácil, emerger de sí, fisurar el duro patrón instruido en el discurso dominante, descifrar las claves hegemónicas impuestos en la temprana edad con amoroso cuidado. Los libros exigieron, más tarde, trazar el propio camino; instaron a sacudir en sus ramas los limones, apedrear las certezas y asir, con las múltiples voces, un propio lenguaje, camino que no se agota.

Los libros son mi memoria, me contienen, los contengo, se anidan alrededor de la experiencia que sigue siendo ingenua —sombra fina que se posa sobre el haz de luz. Mi pobre ignorancia se asoma en el horizonte, me persigue como ese perro fiel que mueve la cola de alegría y gruñe a la menor provocación, hace que avance. Los libros me seguirán viendo crecer, días contados en reversa montados en un alambre que tiembla, mi mano sosteniendo a pulso errado el bendito perro alegre que me persigue a todas horas: alabo ambas compañías.

 

Fuente: Juan Manuel Reyes, 2020.


viernes, 12 de junio de 2020

Job García Solís y La historia de Comalapa

Historia de Comalapa, Job García Solís

"Frontera Comalapa, Chiapas. Heredó su nombre del pueblo antiguo San Juan Comalapa que existió como a tres kilómetros al noreste de la cabecera municipal, y que yace en ruinas desde hace más de cien años"

Job García Solís, escritor de Comalapa


De esta manera, el escritor Job García Solís, en su libro, La historia de Comalapa y algo más, nos introduce en el contexto de este maravilloso municipio chiapaneco. Poco se sabe del escritor, así que en este espacio hablaremos brevemente de él y profundizaremos más en su obra literaria, que esta llena de poesía, refranes, crónica, pero, sobre todo, de historia.

"Comalapa era paraje constante de arrieros Comitecos, Chamulas y migrantes que calentaban en las brasas el pishque y lo comían en rebanadas"... Comalapa, es palabra compuesta y significa, "tiera y agua", COMAL es tierra y HAPA es agua. Con razón mis tíos gritaban hepa y hapa dicen los de Comalapa, animal del agua que hasta la pechuga saca...

Es un libro breve a la vez que interesante, publicado de manera independiente por su autor, aborda la historia general del municipio de Comalapa, orografía, hidrografía, economía, educación, personajes y familias ilustres, hábitos y costumbres. En el mismo, podemos encontrar una Canción a Comalapa  que dice en sus primeros versos así: 

Que bonito es Comalapa,
yo le canto con amor,
aquí la gente es rica, 
de acuerdo con su labor...
Dos ríos de Comalapa, 
Grijalva y Poza Verde,
orgullo de Cuernavaca,
historia que esta latente... (fragmento)


Es un libro que vale la pena leer, para comprender la formación de uno de los municipios fronterizos del Edo. De Chiapas. Porque conocer los orígenes de nuestros pueblos y preservar sus costumbres que son nuestra herencia, nos hacer ser mejores ciudadanos.


NACIMIENTO

EL BLOG NACE EL 17 DE MARZO DE 2012.