CURRICULUM
- DRA. PATRICIA YOLANDA VILLALBA PEREZ.
- ABOGADA.
- CUENTA CON EL GRADO DE MAESTRIA EN DERECHO GENERAL.
- CUENTA CON EL GRADO DE DOCTORA EN DERECHO PENAL.
AUTORA DE LOS LIBROS:
- “QUE NO TE DUELA SER MUJER”
- “DULCE-AMARGO”
- “SOÑAR CON EL CORAZÓN”
- “BENDITA TENTACION”
- “LA VIDA EN CUENTO Y POESÍA”
- “GRITO LETAL”
- “GILDARDO”
- “TAMBIÉN DE DOLOR SE ESCRIBE”
ESCRIBIÓ
LA CANCIÓN DENOMINADA “GRACIAS”.
COAUTORA
DE LAS ANTOLOGÍAS:
- “LETRAS PARA CHIAPAS”
- “AL OTRO LADO DEL SENDERO”
- “REGALO DE NAVIDAD”
- “MIL ALMAS, MIL OBRAS” editada y publicada en Chile
- “MUJERES EJEMPLARES” editada y publicada en Perú
- “CHIAPA, ES SU NOMBRE”
- “TEXTILES DEL ALMA”
- “POESIA ENCADENADA”
- “OCUILAPA barro y madera”
- “DIBUJAMOS LAS ESTRELLAS” primera antología Internacional de la Institución América Madre filial Tuxtla
- “VOLVERA LA LUZ” primera antología poética de la APECH
- “CON TINTES DE AMOR Y DE NOSTALGIA” segunda antología Internacional de la Institución América Madre filial Tuxtla.
- ES INTEGRANTE DE LA ASOCIACIÓN DE POETAS Y ESCRITORES CHIAPANECOS A.C.
- MIEMBRO DE LA INSTITUCION CULTURAL INTERNACIONAL AMÉRICA MADRE, FILIAL TUXTLA GUTIÉRREZ.
- MIEMBRO DEL MOVIMIENTO CIUDADANO POR LA CULTURA.
- MIEMBRO DEL COLECTIVO CULTUAL INTERNACIONAL CASA EYAM CON SEDE EN DUBLIN IRLANDA.
- MIEMBRO DEL COLECTIVO CULTURAL INTERNACIONAL MOSAICOS Y LETRAS CON SEDE EN ARGENTINA.
- MIEMBRO DEL COLECTIVO CULTURAL INTERNACIONAL GRANDES POETAS IBEROAMERICANOS GPI.
- MIEMBRO DE UNION HISPANOMUNDIAL DE ESCRITORES MÉXICO sede en Taxco de Alarcón Guerrero.
- MIEMBRO DE LA VOZ DE TUS ESCRITOS DE TUCUMAN ARGENTINA.
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Les comparto algunos textos de autoría de la escritora:
Al
caer el otoño
Al tratar de conciliar el
sueño
Encontrándome invadida por
la soledad
Me doy cuenta,
de que sin piedad
El otoño invadió mi cuerpo
Sin percibirlo, cambio mi
fisonomía
Me percato
De que el declive de la
vida me está invadiendo
Que el esplendor del
ocaso,
Va apagando el brillo
intenso que emite mi figura
Pero la obscuridad de la
noche
Me trae vividos recuerdos,
Dándome cuenta de lo
maravilloso que fueron mis días
De lo maravillosa que ha
sido mi vida
Que este cuerpo,
Que se encuentra viviendo
el atardecer
Se deleitó de las mieles
de la vida
Tomo conciencia:
Que este cuerpo, alborozo
cada parte de su dermis
Que importa, que mis ojos
hayan cambiado
Que importa si mi cabello
pinta hilos de plata
Esperaré con beneplácito
el invierno
Y dentro de mi soledad
con mi pluma, escribiré
recuerdos maravillosos
que he guardado en el
transcurso de mi historia.
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Tu vida
puede cambiar
Me llamo, Livia, soy una mujer bella y sensual,
de tez blanca, con ojos verdaderamente hermosos; además, tengo unas piernas
torneadas.
Desde pequeña sufrí malos tratos por parte de mi padre, regaños y
golpes, eso me hacía sentir desorientada y muy desubicada, deseosa de
desafanarme del hogar paterno. Todo lo
toleraba, pues soñaba con la llegada de un hombre y me salvaría, llevándome con
él.
Desde pequeña, tuve
muchos enamorados. Un día cualquiera, por
la tarde, los rayos del sol alumbraron una silueta de un hombre alto y
fornido. Al escuchar su voz, me generó
sentimientos inimaginables. Conocí a Enrique, siendo muy joven me case con él,
esperando con anhelo tener la vida que había soñado junto a mi príncipe azul,
en ese momento supe que era la persona que tanto esperaba
Enamorada de él, decidí
ser la mejor mujer, la mejor madre y la esposa ideal, sin embargo, la vida no
fue como la soñé. Me lleve una terrible
decepción, él era un hombre que aún acataba las reglas de sus padres y su vida
giraba alrededor de su familia y no de la nuestra, tristemente sus hijos y yo,
pasamos a segundo plano. Con el alma
decaída seguí luchando, me esforzaba por sacar adelante mi matrimonio, yo era
incapaz de poner un alto
A pesar de que fui
educada a regaños y golpes, antes de casarme solía ser alegre, me gustaban las
fiestas, cantar, disfrutar la vida, ya casada aunque estuviera triste, iba a
donde me llevara mi esposo y mostraba siempre buena cara, pero por desgracia mi
alegría se fue acabando poco a poco.
Mi rostro era opaco, no tenía luz ni ganas de vivir, me preguntaba ¿por
qué? Enrique siempre me decía “te ves gorda, te ves fea”, y me lo creía, me
sentía fea, gorda, absurda y lo peor que no valía nada, por eso callaba y
cuando me enteraba que él me era infiel, no le decía ni una palabra, no quería
perderlo, pensaba que él era el único que me querría, a su manera, pero me
quería, y me desolaba pensar, haría yo sola.
Tuve tres hijos, un
motivo más para no dejarlo, y seguir luchando, pasaban los años y vivía para mi
familia, siempre estaba pendiente de atenderlos en todo, e inclusive también
para mis suegros. No me agradecían nunca lo que hacía por ellos. Los llevaba al
médico. Les daba sus medicinas, hacia la comida, dejaba y recogía a mis hijos
en la escuela, llevaba y recogía a mi esposo en su trabajo, vendía ropa para
tener un poco de dinero, y eso eran todos mis días, una total y desolada
monotonía.
Un día en compañía de mi
suegra, asolada recogí a mis hijos en la escuela y cuando íbamos de camino a
recoger a mi esposo al trabajo, dos de ellos iban peleando. Mi suegra les
gritaba, que dejaran de pelear, también empezó a decirme que era una tonta por
tener unos hijos tan groseros, se le iba la boca con palabras altisonantes, me
hizo enervar. Cuando entró mi esposo al
auto su rostro iba con rictus de molestia, perturbado por el calor. Lo vi esperando un beso, que nunca me dio. Seguí
conduciendo, pero cuando vi que le gritaba a los niños y ver que a su madre si
volteo a darle un beso, paré el auto, incline mi cabeza hacia abajo, respire, y
levanté el rostro. Cuando vieron que
paré, guardaron silencio y vi a mi familia por primera vez ponerme atención,
les dije con voz alta: “ya basta”, esas
dos pequeñas palabras hicieron sonar tan fuerte que algunas personas en la
calle voltearon a verme, y continúe diciendo “ya basta, a partir de mañana no
cuenten conmigo, tengo un dinero ahorrado, y me pondré a estudiar, mis hijos
tendrán transporte escolar, tú, Enrique no sé cómo te vayas a ir a tu trabajo,
tus papas van a recibir a los niños, pero yo ya no puedo más”. A partir de ese momento, cambio totalmente mi
vida.
Pasaron cuatro años,
termine mi, me gradúe por promedio, era tanta mi sed de salir adelante, que me
gradúe con honores. Enrique, al darse cuenta, de que no me dejaba vencer, y que
cambie de ser una mujer sumisa a ser una mujer guerrera, ahora él me respeta,
me admira y comprende; además, me ama, sé que mi vida se transformó, el día que
decidí cambiar.
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Contacto
Facebook: Patricia Villalba
Tiktok: Paty Villalba
Instagram: Patricia Villalba
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