Un buen corte
Decidí cortarme el
cabello por que sentí que necesitaba un cambio después de unos años igual y el
cabello siempre crece como dicen todos los arrepentidos por hacerlo, después de
pasar con el ahora barberopeluquero, continúe mi día, me gusta cómo la vida te
enseña cosas a putasos me decía haciéndome un dialogo mental estúpido de esos
que no se para que los usas, la necesidad innecesaria de pensar, llegue a él
trabajo y lo primero que note es que había llegado en ese promedio de empleado
no puntual pero tampoco demasiado impuntual, me sentía incómodo, había roto mi
estándar de impuntualidad, y para colmo me corté el cabello, de seguro todos
van a pensar, que estoy en plan de cambiar cuando sólo es una casualidad de la
vida, ahora la frase innecesaria tenía sentido, me reí mentalmente y continúe a
trabajar, mientras me sumergía en la ya rutina, escuchaba como los que ya se
habían hecho amigos de tanto trabajar aquí, planeaban cosas, y otros sólo,
tenían cara de ya no querer vivir, a esos me los imaginaba de los que sólo se
consuelan con la televisión y cosas algo caras de vez en cuando, no más. Yo no sé
en qué nivel entraba para la tabla de clasificación mental de los demás, lo
único que todos teníamos en común eran las ganas de que ya querer salir de lo
que para esa hora del día se había convertido en una prisión, faltando sólo
unas horas para salir decidí salir a fumar igual y ya estaba más afuera que
adentro, en el estacionamiento justo alado de la entrada me encontré a un tipo
me pregunto por una de las que trabajaba en el mismo lugar que yo, le respondí
de una manera amable que la conocía pero no hablábamos, me dijo que no
importaba que sólo quería saber si había llegado, yo no sabía, le dije que sí,
pero seguro que si había llegado, era de las que tiene cara como de que había
nacido sólo para trabajar, regrese a trabajar, sin darme cuenta había perdido
casi las dos horas faltantes, caminaba con tanta lentitud con ganas de que ya
pasarán esos minutos, es una técnica que había inventado en uno de esos
pensamientos innecesarios, al salir de trabajar siempre veía a todos en la
puerta de entrada salida, esperarse unos a otros para irse, a mí me gustaba
irme lo más lejos posible caminando y después tomar él bus, pero bueno era
imposible no vernos todos al salir era una de las veinte desventajas de
trabajar ahí, me pregunto cuántas serán para otro esclavo empleado.
Desde hace un tiempo no
pasaba por los andadores siempre tienen un olor como a hashis, creo ese es el
gancho de por que pasa tanta gente por ahí, para mí es un atajo para ir a la
casa de majo y Felipe que acaban de regresar de Argentina, me dijeron que
tienen un regalo para mí, no tengo la idea de que sea, y tampoco tengo algo
para ellos, supongo va a impactarles que ya no tengo la greña larga, en la
tienda antes de llegar prendí un cigarro, y me encontré a majo, fue muy
interesante verla después de varios meses, se veía diferente, o hablaba
diferente, no se era algo, que no identificaba aún, caminamos a su casa
platicando de cómo había hecho para llegar free, y al entrar me di cuenta que
no había desempacado me estaba contando de como como en Ecuador perdió su
celular pero no podía estar triste en la según mitad del mundo, justo así lo
decía, aún no había visto a Felipe, y majo ni siquiera lo había mencionado, así
que le pregunté pero me ignoro un poco respondiendo mensajes en su celular
nuevo, y haciéndome señas de esperar, supongo me escucho pero no me responderá
y significa que no debo preguntar de nuevo, aunque bueno había visto dos
mochilas al entrar, igual y si anda por ahí, me decía mientras trataba de ya
obtener mi obsequio que había mencionado, camine a su patio y prendí uno de los
últimos cigarros, como para que notará que estaba impaciente, llegó justo
cuándo ya iba a la mitad y me dijo que si quería ver algo, me mostró un mate, y
me sonrió, así que supe que ese era mi obsequio, bueno no estaba mal pero ya
tengo uno igual, me dije en la mente mientras decía gracias fingiendo asombro,
igual y hubiera sido mejor que me diera buena yerba ya que aquí hay marcas muy
limitadas, y no están en todos lados, seguía pensando mientras veía correr a
majo a la puerta, ya estaba por irme no había visto a Felipe pero ya tenía un
mate nuevo gratis no todo estaba mal, así que camine para salir, en la sala
estaban cinco personas que parecían policías así que camine más rápido pero
todo fue en vano me pararon antes de poder tocar la gloriosa puerta que no
había apreciado minutos antes, me dijeron que, me identificara y que por que me
encontraba ahí, al ver mi identificación que claro me la saque hace varios años
atrás, no sirvió para nada dijeron que no era yo, que mis rasgos no coincidían,
así que tuve que ir con ellos y con majo que ahora se había vuelto una
traficante es muy raro como una persona cambia de un momento a otro, según la
policía, al llegar lo único que pensaba era que ahora si estaba en una prisión
y no en el trabajo, sólo que aquí no podía salir a fumar.
La banca tres del campo
de junto a la plaza siempre me ha gustado porque alguien o varias personas han
llegado a pintar cosas pero no son las típicas frases son pequeños fragmentos
de sus días, no se si sea sólo una, persona o varias, si sólo es una tiene
múltiples personalidades, pero me gusta pensar también que alguien lo hizo y después
otras decidieron hacer lo mismo, siempre que pasó por aquí no hay nadie, tal
vez es porque ya es algo tarde, hoy más de lo normal pues esos putos puercos me
soltaron apenas hace un rato, creí que me tratarían de meter en el rollo de
majo como en las series de la tele, pero salí sin problemas después de cuatro
intensas horas, mientras pensaba eso me dieron ganas de traer un plumón y
seguir la tendencia de la banca la próxima vez que pasará por ahí, igual y
nadie va a saber quién lo escribió, me animaba más y hasta ya empezaba a
planear que iba a escribir, hacía un borrador mental, cuando vi pasar a un
grupo de personas parecían ir mujeres, dieron la vuelta en la esquina y de
pronto escuche que dispararon varias veces, ya he pasado por situaciones así
algunas veces, aquí ya se empieza a hacer muy común eso escuchaba decir a las
personas de las casas de cerca mientras caminaba rumbo a mi casa, ya que más
podría hacer a estas horas, seguí maldiciendo a los policías, ahora con más
razón, a unas cuadras vi la barbería donde apenas me había cortado el cabello
como estaban metiendo los anuncios de piso que tenían afuera, ya iban a cerrar,
camine más rápido y pase a saludar a mi buen amigo a quien apenas le había
pagado por hacerme ver diferente, me contaba sobre lo que se quiere tatuar en
el brazo izquierdo justo a un lado del rostro de lo que creo es el rostro de su
mama, entre la plática me perdí y decidí poner más atención a las fotos de los
cortes de cabello que hay pegados en la pared, me imagino con cada uno de ellos
y vaya que sería una persona diferente más con este, es como estilo Benito Juárez
dos mil dieciocho, y bueno ya que había visto todos, y estaba por irme,
llegaron dos tipos preguntando por una persona con el mismo nombre que yo, pero
la forma en la que lo describían no era la mía, mis rasgos eran diferentes,
ahora entendía eso, mi buen amigo de la barbería le respondió que no conocía a
alguien así, pero que estaba difícil, que habían muchas personas con ese
nombre, seguido de una sonrisa y un con permiso tratando de meter la estatua de
un peine gigante que tanto odiaba ver por la calle, pero ahora le ayudaba a
meterla, me presumió que le costó mucho conseguirla y los ocho mil pesos mal
gastados que invirtió por supuesto, me despedí con un nos vemos mañana como si
ya fuéramos buenos amigos, crucé la calle y llegue a la comodidad de mi casa
donde me esperaba mi perro y una buena pizza fría, llegue revise mis mensajes
de facebook, vi varios de unos compañeros del trabajo, era raro que me hablaran,
estaba por abrir uno de los mensajes, cuando me marco, Eli, que igual trabajaba
ahí, le respondí y me dijo que si ya me había visitado, se escuchaba acelerada,
como si hubiera inhalado, varias montañas de cocaína, le dije que no, ¿se
suponía que me debían de visitar? ¿y en ese caso quién?, no pudo evitar
contarme lo que circulaba entre todos los empleados, habían matado a Silvia,
ese día unos minutos después de salir del trabajo, le cortaron el cuello y
varias partes del cuerpo, pero que todo estaba bien me repitió varias veces,
que habían atrapado a quien lo había hecho, y que en su declaración dijo que
alguien de la empresa le había dicho y asegurado que ella había llegado hoy a
trabajar, que tenía el uniforme azul de cabello corto, sin barba, que aparentaba
ser un buen empleado, después de eso se empezó a reír y me dijo claro que no
eres tu mírate, con esas greñas de mujer, y el desorden de cara que traes,
sonreí sin tener ganas, y le dije bueno nos vemos mañana, colgué y revise los
mensajes de Facebook, todos eran de lo mismo preguntando sobre los policías que
los habían visitado, a algunos les había revisado la casa entera, era tanto el
enredo que tenían un chat de grupo, evite leer todo, y les dije que a mi no me
habían visitado, que igual y no había estado todo el día, todos respondieron
rápido, haciendo chistes hacia mi que era el menos sospechoso más por la parte
de buen empleado, y el corte de cabello decente, decía el tipo que tenía cara
de no tener vida más que la tv, procedí a silenciar el grupo pero seguía viendo
notificaciones de sus mensajes, aún haciendo malos chistes, lo cual hacía que
me sintiera mal en ese momento a mi parecer, yo sabía algo que ellos no, y
quien sabe si lo notarían algún día, era claro que nadie noto que me corté el
cabello.
Autor: Ray Mendez Zarate (rayo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tus comentarios