Maistrito de Pueblo
(click sobre el título para ir al poema)
(click sobre el nombre para ir a la biografía y otros poemas)
Que ya te dije que no
y tus caprichos no acepto,
aunque me dejes de hablar,
aunque te sientas molesto;
y aunque me hagas sentimiento
no he de darte mi permiso...
Antes, té lleno de cuero.
Tanto dinero gastado,
tanto celo, tanto empeño,
la primaria, secundaria,
prepa y curso propedéutico.
tanta hablada de tu parte
con todos tus compañeros
diciendo... que tú serías
un profesionista bueno,
que ibas para licenciado
o que si no... serías médico,
contador, militar, cura,
político o ingeniero.
Y hoy que estás como chiflado
o loco te estás volviendo
me sales de babosote
con la idea de ser maestro.
Tanto dinero gastado...
Tanto afán y tanto empeño
tantas felicitaciones
de amigos y compañeros,
para que hoy... con gran cinismo
tú me digas... ya no quiero
llegar a ser burgués cursi
si no preciado maestro.
¿Qué, no te va a dar vergüenza
de rebajarte tan feo?
¿Qué no vas a sonrojarte
de bajar a tal empleo?
¿MAISTRITO?... que grande cosa,
que dignidad... que talento...
que porvenir... que importancia,
que prestigio... que abolengo.
MAISTRITO DE ESCUELA... un torpe
que nada sabe de cierto,
haragán, irresponsable,
vago, pobre... un majadero.
MAISTRITO... sólo un don nadie
un vulgar vago de pueblo,
que va a organizar plantones,
marchas, huelgas y jaleos.
un flojo que sólo quiere
ganar dinero y dinero
sin importarle a los niños
ni sentir el magisterio.
Que no venera a la patria
hombre ruin, politiquero,
pues para él sólo es valioso
pasarla de mitotero.
Explíqueme... licenciado
dígame usted, ingeniero
¿Qué va a enseñarle a los niños?
¿ Cómo va a orientar al pueblo?
¿Cómo va exponer su clase
a los niños de primero,
si usted no sabe contar,
ni jugar, ni estar contento,
ni sabe del trato amable
y menos contar un cuento
y sólo sabe vestirse
más o menos de... cirquero?
Muy sabihondo el hombrecito
que ni quebrados, ni enteros,
ni decimales, ni nada,
¿Sabe el señor embustero?
Conque... ya dije que no
y no me siga moliendo...
Que normal, ni que normal...
No quiero que seas maestro.
Antes te llevo al ejido
para que seas jornalero
pa’ que el sol te dé en el lomo
y te pongas fuerte y prieto.
ASI ME DIJO MI PADRE
Y YO QUE MUCHO LO QUIERO
BAJE LA FRENTE Y SALI
DICIENDOLE... ESTOY DE ACUERDO
YO SERE LO QUE USTED DIGA
EN VERDAD... SE LO PROMETO
PERO... YA NO ESTE ENOJADO
PUES LE HACE DAÑO... Y ME APENO.
Salí a la calle, vagué
por las calles y los huertos,
por el jardín, la placita,
por la iglesia y el colegio...
Miré a los peones cansados
sudorosos, sin aliento,
poniendo sobre un papel
sólo la huella del dedo.
Vi a las mujeres descalzas
cargando leña del cerro,
y vi niños, muchos niños
hurgar en los basureros.
Recogí desesperado
a esa gente de mi pueblo,
a esas gentes sin fortuna,
sin rendición, ni consuelo.
Los metí en mi corazón,
en mi entraña, en mi cerebro,
les di patria en mi conciencia,
y me confundí con ellos.
Allí frente a aquellos niños
frente a esos niños enfermos,
pensé que eran angelitos
despreciados por el cielo.
Miré que no tenían alas
los miré casi sin cuerpo,
angeles sin un hogar,
sin virgen, sin padre nuestro.
Y pensé... si me aferrara
a ser licenciado o médico,
contador, conferencista,
sacerdote o ingeniero,
¿Cómo podría despertar
la conciencia de mi pueblo?
¿Qué les favorecería
que yo lograra alto empleo,
sí ni justicia, ni amor,
ni palabras de consuelo
podría darles y ofrecerles
para calmar su tormento?...
Entonces volví a mi hogar,
todo lo tenía resuelto,
llamé a mi padre y le dije:
“Yo a usted mucho lo respeto...
comprendo sus sacrificios,
sé de sus ansias y sueños.
pero hoy... quiero que me escuche,
por favor... sólo un momento.
Si quiere que sea feliz
y desea que sirva al pueblo.
Si quiere que colabore
Para mejorar a México.
si usted quiere que mi vida
la dedique a lo que quiero
luchando por la igualdad,
luchando por la igualdad,
por la ciencia y el progreso...
deje padre, que yo tenga
la profesión con que sueño.
Deje que yo sea feliz
con mis niños sin colegio.
Deje que con mi vocación
se torne clase y recreo,
que sea lección de cariño,
que sea canto, que sea verso,
que pueda yo ser lucero
con la luz del alfabeto.
Que pueda ser manantial
que sacie la sed del pueblo.
Déjeme sufrir... luchar,
déjeme vivir con ellos
para lograr educarlos,
para construir un colegio.
Déjeme padre... que luche...
Deme permiso le ruego
para sembrar esperanzas,
para apuntalar anhelos.
Deje que forme una escuela,
escuela a los cuatro vientos,
escuela de libertades
donde haya luz y contento.
Deme permiso papá...
Que yo sea un maistrito de pueblo
que marque programas justos,
que trace caminos nuevos.
Deje que siembre la miel
deje que propicie el vuelo
de esa águila que parece
no tener alas ni aliento
deje que escuche mi voz
el militar, el gobierno,
el sacerdote, el artista,
el paria y el jornalero,
Si ya mi hermano es doctor
y el mayor ya es ingeniero,
¿Porqué no permite usted
que yo... me torne maestro...
Sí ellos en su ingratitud
ya han formado un mundo nuevo
de explotación, de egoísmo,
de lujos y de dinero.
Si de usted se han olvidado,
si ya no vienen al pueblo,
y en su situación burguesa
gratitud y amor han muerto.
Si ellos saben que aquí, en casa,
hay pobreza y hay apremio,
porque ni por caridad
lo atienden cuando está enfermo?...
Mi padre quedó pensando
silencio guardó un momento...
Luego me abrazó y me dijo
Si... muchacho... te comprendo:
Vete a luchar hijo mío
yo esperaré tu regreso,
sabiendo que traerás cosas
logradas con fe y empeño.
Cuando vuelvas hijo mío
vamos a estar muy contentos
y se llenará la casa
con tu amor y tus pequeños.
si aquí no me encuentras,
sé que tendrás el consuelo
de volver a esta tu casa
de regresar a tu pueblo.
Yo sé que vendrás por verme,
tú vendrás por este viejo
y querrás con toda tu alma
enseñarme el alfabeto.
Más si aquí no me encuentras
ve a buscarme al cementerio
y ahí sólitos los dos
envueltos en el silencio
me dirás de tus afanes,
de tus luchas, tus proyectos,
de tus sencillas tareas
de tu honor y de tus éxitos.
No me traigas flores, hijo,
yo sé que no las merezco,
ni cruz, ni ceras, ni nada,
sólo quiero tu recuerdo.
ANDA HIJO MIO... vete ya .
México espera tu esfuerzo,
te espera el hombre ignorante
t los niños macilentos,
to aquí me quedo esperando
con orgullo verdadero,
porque sé que cumplirás
ser prestigiado maestro.
Anda hijo mío... vete ya.
Que si de momento muero
Con orgullo gritaré:
MI HIJO... ES MAISTRITO DE PUEBLO.
observen la declamación de este joven peruano.
nota: .
Quiero dedicar este poema a todos los maestros en su día 15 de mayo (click sobre la fecha para conocer la historia), porque son pocos los que poseen el Don de la enseñanza.
Qué cosa tan bonita, me ha emocionado la vocación del hijo y sus argumentos para convencer al padre.
ResponderEliminar¿Quién tuviera alma de MAESTRO.
El video no puedo verlo porque estoy en el campo y la cobertura no me da para videos.
Un beso, Carlos
No cabe duda que la profesión de maestro va más alla de un simple trabajo. Este poema te deja mucho en que pensar y tiene un toque muy Méxicano, pero mi parte favorita sin duda es el último párrafo. ^^
ResponderEliminarPor cierto felicidades a todos los verdaderos maestros.
ResponderEliminar!FELICIDADES POR TU BLOG!
!FELICIDADES MAESTRO!
Echale ganas hermano,
Salu2, Carpe Diem.